Donald Trump perdió las elecciones presidenciales de 2020 frente a Joe Biden en el condado más poblado de Arizona, según ha reafirmado una revisión de los resultados realizada por el Partido Republicano de Trump, según un borrador del informe de los resultados visto por Reuters el viernes.
El informe, impulsado por las falsas afirmaciones de Trump sobre un fraude electoral generalizado, encontró que Biden, un demócrata, ganó el condado de Maricopa a pesar de las afirmaciones de Trump en sentido contrario. El análisis registró 99 votos más para Biden y 261 menos para Trump.
Tras ganar en Arizona y vencer a Trump en todo el país, Biden se convirtió en presidente el 20 de enero, pero las afirmaciones infundadas de Trump persisten.
En Texas, la oficina del secretario de Estado dijo el jueves que el estado había comenzado una auditoría de las elecciones presidenciales en sus cuatro condados más grandes: Dallas, Harris, Tarrant y Collin. Aunque Trump ganó el estado, Biden se impuso en tres de los condados examinados.

Horas antes del anuncio, Trump pidió públicamente al gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, que iniciara una auditoría.
La administradora electoral del condado de Harris, Isabel Longoria, dijo en un comunicado que la auditoría era un intento “de deslegitimar las elecciones de 2020.”
SE REAFIRMA LA VICTORIA DE BIDEN
En Arizona, Biden ganó por poco más de 10.000 votos, una victoria estrecha confirmada por un recuento manual y múltiples pruebas postelectorales para comprobar su exactitud. Biden ganó en Maricopa, que incluye a Phoenix, por unos 45.000 votos, lo que la convierte en un lugar decisivo para derrotar a Trump.
El informe “confirma que el escrutinio del condado de las elecciones generales de 2020 fue preciso”, dijo el condado de Maricopa en Twitter, añadiendo que la revisión estaba “llena de errores y conclusiones defectuosas.”
Los aliados de Trump habían visto la revisión de las elecciones en Arizona como un modelo para investigaciones similares en Pensilvania, Michigan y otros estados disputados que Trump perdió. El propio Trump había pronosticado que la auditoría proporcionaría las pruebas para apoyar sus afirmaciones de fraude. Hasta ahora, ni Trump ni sus partidarios han aportado tales pruebas.
Una amplia gama de expertos en elecciones, demócratas y funcionarios republicanos habían rechazado la auditoría de Arizona como un despilfarro altamente partidista dirigido por contratistas sin experiencia relevante y por personas que querían demostrar que Trump había ganado, independientemente de los hechos.
Este podría contarse como uno de los últimos, y desesperados, intentos del ex presidente por demostrar el fraude que autoproclamaba en su contra. Sus intenciones han salido en su contra ofreciendo una victoria, aun mas aplastante al demócrata Joe Biden. Trump persistirá en sus intentos por avalar su fraude imaginario en fin de hallar una verdad que no existe.