El gobierno alemán ha pedido 100 millones de dosis de vacunas bivalentes BA.1 y BA.4/5 a un costo de 2.500 millones de euros, y casi nadie las quiere. Un divertido artículo de Welt narra las escenas que se desarrollan en nuestros centros de vacunación regionales desiertos, que por alguna razón todavía están abiertos:
Michael Hubmann no esperaba que vinieran tan pocos. Solo 85 personas se vacunaron contra el covid-19 el jueves en Fürth, en Franconia Media, un distrito de 120.000 habitantes. “Hemos tratado de hacerlo lo más fácil posible para las personas”, dice Hubmann, pediatra que coordina la campaña de vacunación. Explica que las vacunas se ofrecieron simultáneamente en dos centros comerciales, un autobús, una residencia de ancianos y en una antigua tienda de la zona peatonal. “Sin embargo, casi nadie quería tener la cuarta dosis”.
Los burócratas médicos están desconcertados, simplemente desconcertados:
“Desafortunadamente, el interés en la cuarta dosis ha sido bastante bajo hasta ahora”, dice Markus Beier, presidente de la Asociación Alemana de Médicos Generales. Al mismo tiempo, dice que es importante que las personas mayores de 60 años y aquellas con enfermedades previas en particular se protejan con una dosis adicional. “Existe incertidumbre entre la población sobre lo que se logrará con más vacunas. Pero aún fortalecen la protección contra resultados severos”.
Mientras tanto, grandes cantidades de vacunas están caducando. Solo a fines de agosto, se tuvieron que desechar 3,9 millones de dosis de Moderna y otras 700.000 dosis de Novavax.
- El gráfico de arriba cuenta toda la sórdida historia de nuestro reciente experimento con la vacunación masiva. La demanda de este aceite de serpiente fue mayor al principio, antes de que nadie tuviera experiencia directa con él; y en otoño, cuando el gobierno vinculó la vacunación a privilegios sociales específicos. A medida que se desvaneció la coerción abierta de los vacunadores y millones de personas probaron estos dudosos elixires por sí mismos, el interés se evaporó casi por completo. Esta es la última reivindicación para todos aquellos que han estado diciendo que las vacunas son productos farmacéuticos sobrevalorados con un perfil de efectos secundarios negativos. Un producto seguro y efectivo solo ganaría impulso entre la población. Les tomó menos de dos años a estos desgastar su bienvenida.