El miércoles, el ejército bielorruso emitió una severa advertencia y una declaración en la que amenazaba con atacar las infraestructuras militares polacas si se lanzaban “provocaciones” desde Polonia, aunque no se dieron detalles sobre el tipo de agresión que, según Bielorrusia, podría producirse.
La vaga advertencia se produce en un momento en el que las tensiones entre la Bielorrusia de Alexander Lukashenko, afín a Putin, y Polonia, miembro de la OTAN, se han disparado. Para empezar, Varsovia lleva mucho tiempo acusando a Lukashenko de convertir en armas a los inmigrantes, y hace días terminó la construcción de un nuevo y controvertido tramo de muro fronterizo de 186 kilómetros.
Polonia considera el muro fronterizo como parte de la “lucha contra Rusia” del país. El jueves pasado, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, al hablar del muro, dijo:
“La primera señal de la guerra en Ucrania fue el ataque de [el presidente de Bielorrusia] Alexander Lukashenko a la frontera polaca”.
Y ahora, a última hora del miércoles, el primer ministro polaco alega que las agencias rusas han llevado a cabo un importante hackeo de los dispositivos del gobierno polaco, según los cables de noticias. La acusación se produce una semana después de que varios sitios web públicos y privados de Lituania cayeran en lo que se describió como un ciberataque llevado a cabo por un grupo de hackers respaldado por Rusia.
Mientras tanto, Ucrania ha dicho que Rusia está intentando atraer a su gran aliado, Bielorrusia, al conflicto ucraniano. Hasta el momento, el apoyo logístico y de montaje de Bielorrusia a las tropas rusas es bien conocido, pero Minsk se ha abstenido de enviar fuerzas militares activas.
Además, a finales del mes pasado el presidente ruso Vladimir Putin confirmó que Rusia suministrará a Bielorrusia sistemas móviles de misiles guiados Iskander-M. Aunque son armas convencionales, son capaces de transportar cabezas nucleares, por lo que la acción se ganó la condena del Pentágono después de que Putin dijera:
“Transferiremos a Bielorrusia sistemas de misiles tácticos Iskander-M, que pueden utilizar misiles balísticos o de crucero, en sus versiones convencionales y nucleares”.
Se sabe que los misiles Iskander tienen un alcance de hasta 500 km y serán entregados a Bielorrusia “dentro de unos meses”, según la declaración anterior de Putin.
En el momento de ese anuncio, Lukashenko informó a Putin de que Bielorrusia sigue alarmada por las políticas “agresivas” y de “confrontación” de sus vecinos de la OTAN, Lituania y Polonia.
Esto ha alimentado la preocupación de que, en caso de que la guerra de Ucrania traspase las fronteras, la línea de fractura se sitúe precisamente a lo largo del aliado de Rusia, Bielorrusia, y de sus vecinos bálticos y de Europa del Este, al oeste. Bielorrusia ya ha sido sancionada por Estados Unidos y la UE por su apoyo abierto a los esfuerzos bélicos de Putin contra Ucrania, lo que permitió a Rusia lanzar la invasión del 24 de febrero desde su territorio.