Un científico que trabajó en un controvertido laboratorio de investigación en China ha afirmado que COVID era un virus artificial que se filtró desde las instalaciones, según un informe.
Andrew Huff, que trabajó para una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York que estudiaba los virus, afirmó que el COVID se filtró desde el Instituto de Virología de Wuhan (China) hace más de dos años y culpó a las autoridades del “mayor fracaso de la inteligencia estadounidense desde el 11-S”, según informó el sábado el diario británico The Sun.
El laboratorio ha estado en el centro de encarnizados debates sobre los orígenes del COVID, y tanto los funcionarios del gobierno chino como el personal del laboratorio han negado que el virus se filtrara desde las instalaciones.
Huff, epidemiólogo, afirma en su nuevo libro, “La verdad sobre Wuhan”, que la pandemia fue el resultado de la financiación de coronavirus en China por parte del gobierno estadounidense.
Dijo que los experimentos de ganancia de función de China se llevaron a cabo con una seguridad laxa, lo que llevó a una filtración en el laboratorio de Wuhan.
“Los laboratorios extranjeros no contaban con las medidas de control adecuadas para garantizar una correcta bioseguridad y gestión de los riesgos, lo que en última instancia dio lugar a la fuga en el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan”
En los últimos dos años, cada vez hay más pruebas que sugieren que el virus se filtró desde el laboratorio.
Algunos expertos creen que el virus podría haberse escapado a través de un científico infectado o de la eliminación inadecuada de los residuos de las instalaciones. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, dijo a un político europeo que temía que el virus se hubiera escapado del laboratorio en “un accidente catastrófico” en 2019, según un informe publicado en el Daily Mail a principios de este año.
Huff es un antiguo vicepresidente de EcoHealth Alliance, una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York que estudia las enfermedades infecciosas. El grupo lleva más de una década estudiando diferentes coronavirus en murciélagos con financiación de los Institutos Nacionales de Salud, y había forjado estrechos vínculos con el laboratorio de Wuhan.
Huff, que trabajó en EcoHealth Alliance de 2014 a 2016, dijo que la organización sin ánimo de lucro ayudó durante muchos años al laboratorio de Wuhan a reunir los “mejores métodos existentes para diseñar coronavirus de murciélagos que ataquen a otras especies”.
“China sabía desde el primer día que se trataba de un agente manipulado genéticamente. El gobierno estadounidense es el culpable de la transferencia de biotecnología peligrosa a los chinos.
“Me aterrorizó lo que vi”, declaró a The Sun este veterano del ejército de Michigan. “Les estábamos entregando tecnología de armas biológicas”.
Según una reciente investigación publicada por ProPublica/Vanity Fair, el Instituto de Virología de Wuhan, un centro de investigación gestionado y financiado por el Estado que alberga las investigaciones sobre coronavirus más arriesgadas de China, ha estado sometido a una inmensa presión por parte del gobernante Partido Comunista Chino para que produzca avances científicos que eleven el estatus mundial de China a pesar de carecer de recursos.