Pueden abrir la viruela de Pandora.
Científicos franceses han desatado el temor a una nueva pandemia tras revivir un “virus zombi” que había quedado atrapado bajo un lago helado en Rusia durante la cifra récord de 50.000 años.
La situación sería mucho más desastrosa en el caso de enfermedades vegetales, animales o humanas causadas por la reactivación de un antiguo virus desconocido”, reza el estudio “viral”, que aún no ha sido revisado por pares. La nueva investigación fue dirigida por el microbiólogo Jean-Marie Alempic, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, informó Science Alert.
Según el documento preliminar, el calentamiento global está provocando el deshielo irreversible de vastas franjas de permafrost, el suelo permanentemente congelado que cubre una cuarta parte del hemisferio norte. Esto ha tenido el alarmante efecto de “liberar materia orgánica congelada durante hasta un millón de años”, incluyendo patógenos potencialmente dañinos.
“Una parte de esta materia orgánica consiste también en microbios celulares revividos (procariotas, eucariotas unicelulares), así como en virus que permanecían latentes desde tiempos prehistóricos”
El profesor de la Universidad de Aix-Marseille Jean-Michel Claverie, coautor del estudio, lanzó una advertencia a las autoridades médicas sobre la falta de actualizaciones significativas sobre los virus “vivos” en el permafrost desde los estudios originales de 2014 y 2015, informó el diario Sun. “Esto sugiere erróneamente que tales ocurrencias son raras y que los ‘virus zombis’ no son una amenaza para la salud pública”, escribió el equipo de investigación en sus conclusiones.
Para estudiar estos organismos que despiertan, los científicos han revivido, quizá paradójicamente, algunos de estos llamados “virus zombis” del permafrost siberiano. El más antiguo -apodado Pandoravirus yedoma en honor al personaje mitológico Pandora, cuya curiosidad la llevó a abrir una caja de problemas, y al tipo de suelo en el que se encontró- tenía 48.500 años, una edad récord para un virus congelado que vuelve a un estado en el que tiene el potencial de infectar a otros organismos. Esta cifra supera el récord anterior, que estaba en manos de un virus de 30.000 años de antigüedad descubierto por el mismo equipo en Siberia en 2013.
La nueva cepa es uno de los 13 virus reseñados en el estudio, cada uno de los cuales poseía su propio genoma, informó Science Alert. Mientras que el Pandoravirus fue descubierto bajo el fondo de un lago en Yukechi Alas, en Yakutia (Rusia), otros se han encontrado en cualquier lugar, desde la piel de un mamut hasta los intestinos de un lobo siberiano.
Tras estudiar los cultivos vivos, los científicos descubrieron que todos los “virus zombis” tienen el potencial de ser infecciosos, y son por tanto una “amenaza para la salud”. Postulan que podríamos ver más pandemias al estilo de COVID-19 en el futuro, ya que el permafrost en constante derretimiento sigue liberando virus largamente dormidos como un Capitán América microbiano.
Por lo tanto, es legítimo reflexionar sobre el riesgo de que antiguas partículas víricas sigan siendo infecciosas y vuelvan a circular por el deshielo de antiguas capas de permafrost”, escriben. Por desgracia, se trata de un círculo vicioso, ya que la materia orgánica liberada por el deshielo se descompone en dióxido de carbono y metano, lo que aumenta el efecto invernadero y acelera el deshielo.
El virus recién descongelado podría ser sólo la punta del iceberg epidemiológico, ya que es probable que haya más virus hibernantes aún por descubrir.
El virólogo de la Universidad de California Eric Delwart declaró a New Scientist:
“Si los autores están realmente aislando virus vivos del antiguo permafrost, es probable que los virus de mamíferos, aún más pequeños y simples, también sobrevivan congelados durante eones. Se necesitan más investigaciones para determinar el nivel de infectividad de estos virus desconocidos cuando se exponen a la luz, el calor, el oxígeno y otros factores ambientales del exterior.
Este no es el primer organismo largamente dormido que se despierta de su gélido letargo. En junio de 2021, científicos rusos resucitaron gusanos “zombis” que llevaban 24.000 años congelados en el Ártico