El presidente de la Asociación Médica Australiana, el Dr. Omar Khorshid, ha advertido que Sydney podría ser cerrada “indefinidamente” si los casos de COVID-19 no empiezan a disminuir. El médico expresó en una entrevista al medio nacional Sunrise que hasta la fecha el cierre de la ciudad más poblada de Australia no ha funcionado, por lo que los residentes podrían verse obligados a vivir bajo restricciones hasta que estén totalmente vacunados.
Resulta curioso considerar que se plantee la medida del confinamiento aún más estricto, si hasta el momento la medida ha resultado ser poco eficiente. Parece una hipocresía llamar a confinamiento estricto, cuando el mismo presidente de la Asociación Médica ha dicho que no dio ningún resultado.
En Nueva Gales del Sur se registraron 98 nuevos casos locales de COVID-19 en las 24 horas transcurridas hasta las 20:00 horas del domingo, siendo esta la cuarta semana del confinamiento. La media de casos detectados en los últimos 3 días ha excedido los 90 casos diarios
Khorshid indicó que la próxima semana será “absolutamente crítica”, ya que las autoridades sanitarias esperan ansiosamente para ver si las nuevas y duras restricciones de cierre introducidas el lunes tienen algún efecto.
Las medidas extremas incluyen el cierre temporal de la industria de la construcción y el confinamiento de los residentes del suroeste de Sydney en sus hogares.

Los próximos días serán claves para determinar si las nuevas medidas son suficientes, aseguró Khorshid.
“Si no lo es, entonces Sídney tiene que hacer algo realmente drástico para detener la propagación o resolver cuáles son los ajustes permanentes que deben establecerse para proteger a la gente lo mejor posible, al tiempo que se acepta que COVID será la comunidad hasta que estemos totalmente vacunados”.
Dr. Omar Khorshid
Además sugirió que las medidas más duras podrían incluir “el cierre de la mayoría de los negocios y casi tener a la policía recorriendo las calles”.
Suena un plan verdaderamente aterrador, del que vale la pena destacar la palabra “permanente” ¿acaso planean encerrar a la población indefinidamente? El plan suena a una estrategia más que busca hacer presión en los ciudadanos para obligar la vacunación.
La presencia policial en las calles hace que estas políticas parezcan más una plan de toque de queda militar que un plan de protección sanitaria.
“Creo que si cada Sydneysider hace lo correcto, hay una buena posibilidad de que funcione”, dijo sobre los ajustes actuales. “Pero también tenemos que prepararnos para la posibilidad de que no lo haga”, agregó.
¿Acaso esto implica que pondrán multas o se llevarán detenidos a cualquiera que salga a las calles?
Gladys Berejiklian, primera ministra de Nueva Gales del Sur ha dicho que quiere que el número de casos positivos que eran infecciosos en la comunidad se reduzca antes de que se sienta cómoda relajando las restricciones.
“Cuanto más se acerque ese número a cero, antes podremos poner fin al bloqueo”, declaró el lunes la primera ministra de Nueva Gales del Sur.
La directora de salud de Nueva Gales del Sur, Kerry Chant, declaró a los periodistas el lunes que los datos que su equipo está viendo muestran que hay que hacer más “para reducir la movilidad”.
“Tenemos que hacer más para reducir las oportunidades de que la gente se junte”, dijo.
Mientras alrededor del mundo surgen cada vez más protestas en contra del confinamiento obligatorio que intentan imponer los gobiernos, Australia busca medidas para controlar en gran medida a su población.
¿Qué sucederá luego de esta semana crítica de “observación? Queda esperar las nuevas medidas y la reacción de la población australiana frente a un nuevo encierro.