El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ha publicado nuevas directrices sobre el comportamiento “extremista”, que incluyen el cuestionamiento de las elecciones presidenciales de 2020 o la promoción de “teorías conspirativas” sobre la pandemia y los mandatos de Covid-19.
El memorándum, titulado Report to the Secretary of Homeland Security Domestic Violent Extremism Internal Review: Observaciones, hallazgos y recomendaciones, afirma que los “acontecimientos sociopolíticos” de las elecciones de 2020 y la pandemia Covid-19 podrían “estimular a los extremistas violentos domésticos” a “participar en la violencia”.
La evaluación de la amenaza no clasificada de marzo de 2021, preparada por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI), el Departamento de Justicia y el DHS, señaló que los extremistas violentos domésticos “que están motivados por una serie de ideologías e impulsados por los recientes acontecimientos políticos y sociales en los Estados Unidos representan una amenaza elevada para la Patria en 2021″.
La evaluación señalaba los nuevos “acontecimientos sociopolíticos, como las narrativas de fraude en las recientes elecciones generales, el impacto envalentonador de la irrupción violenta en el Capitolio de Estados Unidos, las condiciones relacionadas con la pandemia del COVID-19 y las teorías conspirativas que promueven la violencia” que “casi con toda seguridad incitarán a algunos [extremistas violentos domésticos] [sic] a intentar cometer actos de violencia este año”.
En particular, más de la mitad de la población estadounidense cuestiona o duda de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
La guía también pide más financiación para el “Programa de Amenazas Internas” del DHS para identificar y purgar a cualquier empleado del DHS que “pueda estar mostrando indicadores tempranos de comportamiento extremista o pueda estar radicalizándose hacia la violencia.”
“Es necesaria una financiación adicional para dotar de recursos a estos esfuerzos, ya que esto mejorará en gran medida la capacidad del Departamento para identificar y hacer frente a la actividad extremista violenta y proteger de las amenazas internas”.
Curiosamente, el memorando reconoce que el DHS tiene dificultades para definir exactamente lo que significa un “comportamiento extremista”.
“Además, otras lagunas que limitaban nuestra capacidad de recopilar y validar datos incluían… orientación sobre lo que constituye una actividad extremista violenta, o una lista establecida de comportamientos que pueden ser indicadores de extremismo violento”.