El fondo soberano de Noruega, de 1,3 billones de dólares, obtuvo una rentabilidad del 9,4% en el primer semestre del año.
El fondo señaló que sus buenos resultados procedían de “sectores más expuestos a la inflación, como el energético, el financiero, el de materiales, el inmobiliario y el industrial”, que le reportaron 990.000 millones de coronas (111.000 millones de dólares) en el periodo enero-junio.
En concreto, frente a las súplicas mundiales de todos los funcionarios que hacen gala de su virtud para que todo el mundo reduzca su exposición a los combustibles fósiles, parece que el gigantesco “fondo del petróleo” obtuvo gran parte de sus enormes ganancias de los malvados valores energéticos no pertenecientes a los GEE.
“Las empresas energéticas obtuvieron la mayor rentabilidad del periodo, un 19,5%. Los precios del petróleo subieron durante la primera mitad del año como resultado de una mayor demanda mundial de petróleo y de la disminución de las existencias de petróleo debido a que los productores de la OPEP+ restringieron el suministro de petróleo.”
Un vistazo al rendimiento del primer semestre en todos los sectores muestra que es cierto. Más irónico aún, el fondo perdió un 1,93% en la primera mitad del año por sus inversiones en infraestructuras de energías renovables.
El consejero delegado, Nicolai Tangen, un antiguo gestor de fondos de cobertura que lleva casi un año dirigiendo el mayor vehículo de inversión soberano del mundo, desde la escandalosa renuncia del anterior consejero delegado, dijo a Jonathan Ferro, de Bloomberg TV, que dado su tamaño y horizonte de inversión, “es limitado lo que podemos hacer”.
“Somos inversores a muy largo plazo, y somos tan grandes que es algo difícil moverse”, y añadió que “en cierto modo también somos demasiado grandes para las contrapartes”.
Sin embargo, Tangen, que ha advertido en repetidas ocasiones que no hay que esperar que continúen las fuertes rentabilidades, advirtió que la inflación se perfila ahora como la mayor amenaza.
“Nos encontramos en una situación en la que los rendimientos de los bonos son extremadamente bajos y el mercado de valores es extremadamente alto, por lo que cualquier cambio importante en la inflación afectará a ambas partes de la cartera: el mercado de bonos y los mercados de valores al mismo tiempo”
“En el pasado, ha sido uno y no el otro. Pero esta vez, ambos pueden moverse en la misma dirección”.
El fondo podría acortar la duración de algunas de sus tenencias de bonos o reducir la parte de la renta variable en la cartera general, dijo Tangen, declinando decir si el fondo estaba tomando estas medidas o considerando tomarlas.
El peor rendimiento trimestral del fondo en este caso fue en enero-marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia, y el fondo perdió 153.000 millones de dólares.
Y como informa Reuters, Tangen advirtió de forma bastante ominosa que “se podrían ver descensos (en el valor de la cartera global) que nunca hemos visto antes”, declinando dar cifras concretas.
