En un mensaje grabado en exclusiva para la BBC, el Papa Francisco ha pedido a los líderes mundiales que se reunirán la próxima semana en la conferencia de la ONU sobre el clima en Glasgow que den “respuestas eficaces” a la emergencia medioambiental y ofrezcan “esperanzas concretas” a las generaciones futuras.
Hablando desde el Vaticano para el programa “Thought for the Day” de la BBC Radio 4, el Papa habló de crisis como la pandemia del Covid-19, el cambio climático y las dificultades económicas, e instó al mundo a responder a ellas con visión y decisiones radicales, para no “desperdiciar las oportunidades” que presentan los desafíos actuales.
“Podemos afrontar estas crisis replegándonos en el aislacionismo, el proteccionismo y la explotación…o podemos ver en ellas una verdadera oportunidad de cambio”.
Evocó la necesidad de “un renovado sentido de responsabilidad compartida por nuestro mundo”, añadiendo que “cada uno de nosotros – quienquiera que sea y dondequiera que esté – puede desempeñar su propia parte en el cambio de nuestra respuesta colectiva a la amenaza sin precedentes del cambio climático y la degradación de nuestra casa común.”
El Pontífice tiene previsto reunirse más tarde en el Vaticano con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Las políticas climáticas nacionales de Biden siguen en suspenso después de que su partido pospusiera una votación sobre sus planes de gasto.
El mensaje es un recordatorio del énfasis que Francisco ha puesto en el ecologismo a lo largo de su pontificado. Ha evocado con frecuencia la crisis climática en sus discursos, y en 2015 publicó una encíclica, o documento papal, llamada Laudato Si’ centrada en el tema. En el texto, subtitulado Sobre el cuidado de nuestra casa común, denunció la destrucción del medio ambiente, subrayó la necesidad de tomar medidas de mitigación y aceptó sin ambigüedades que el cambio climático era en gran medida obra del hombre.
La carta se publicó antes de la conferencia de la ONU sobre el clima de 2015 en París, la COP21, y se consideró que tuvo cierto impacto para empujar a los líderes hacia un acuerdo.
Fue evocada durante los debates, incluso por el presidente de Paraguay, que habló de la “dramática advertencia del Papa de que nos enfrentamos a una crisis y necesitamos proteger el mundo del que dependemos para vivir”.
Seis años después, los líderes mundiales se preparan para reunirse en Glasgow para la cumbre del clima de este año, la COP26. Ante la creciente evidencia de que no se están cumpliendo los compromisos adquiridos en París de mantener el aumento de la temperatura global “preferiblemente en 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales”, el Papa Francisco ha vuelto a centrar su atención en el tema, esperando que su intervención tenga un impacto similar.
A principios de este mes, reunió en el Vaticano a casi 40 líderes religiosos de todo el mundo para firmar un llamamiento conjunto en el que se pedía a la COP26 que se ciñera a los compromisos sobre el calentamiento global, la neutralidad del carbono y el apoyo a las naciones más pobres para la transición a la energía limpia. A cambio, los líderes se comprometieron a educar e informar a sus fieles sobre la emergencia climática.
Se esperaba que el Papa asistiera a la conferencia de Glasgow, y durante el verano se dijo a los periodistas que se estaba escribiendo su discurso. Pero en el último momento el Vaticano anunció que el pontífice de 84 años no iría, sin dar ninguna razón.
Esto es un golpe para los organizadores de la COP26, que esperaban que su presencia diera más peso a una cumbre apodada “la mejor y última oportunidad del mundo para controlar el galopante cambio climático”.
Y por eso este mensaje a través de la BBC pretende dar su orientación desde la distancia.
“Cada crisis exige una visión… para repensar el futuro del mundo”, dijo, instando a tomar “decisiones radicales” y “un renovado sentido de responsabilidad compartida por nuestro mundo”.
“La lección más importante que podemos extraer de estas crisis es nuestra necesidad de construir juntos, para que ya no haya fronteras, barreras o muros políticos tras los que escondernos”.