Las autoridades cerrarán uno de los campamentos de cuarentena más controvertidos de Australia para el COVID-19, el Centro de Howard Springs para la Resistencia Nacional, junto con otros centros de vacunación y pruebas.
El gobierno del Territorio del Norte reveló que no renovaría la orden de emergencia de salud pública que finalizaba el 16 de junio, lo que suponía el fin de los mandatos de vacunación del territorio y el cierre del centro de cuarentena de Howard Springs.
“Estamos entrando en un mundo en el que vivimos con el COVID. Pondremos fin a la emergencia de salud pública; el mandato de vacunación también terminará. A partir del 16 de junio, pasaremos de un estado de emergencia de salud pública a vivir con el COVID, ya que se convierte en endémico en nuestra comunidad”.
El campo de cuarentena de Howard Springs, también conocido como Centro de Resiliencia Nacional, es el mayor centro de cuarentena de Australia y atrajo la polémica internacional cuando una mujer australiana describió su estancia en las instalaciones de cuarentena supervisada obligatoria de entonces, a menudo reportadas como “campos de cuarentena”, como si estuviera “en prisión”, en una entrevista con el sitio de noticias británico UnHerd.
Aunque el centro dejará de funcionar, se mantendrá para que sea totalmente funcional en cualquier momento si se requiere su uso en los próximos 12 meses.
Fyles dijo que los esfuerzos para la transición de Howard Springs hacia el cierre se completarían junto con el gobierno federal, ya que era un “activo importante” para la nación.
“Ya hemos realizado la transición, y los números [en Howard Springs] han disminuido significativamente. De hecho, sólo ha habido un puñado de personas en las instalaciones hasta el mes de mayo, y actualmente no creo que haya habido nadie”
La ministra principal dijo que la instalación era “algo de lo que los habitantes del Territorio debían estar orgullosos”, ya que procesaba a miles de australianos en el extranjero, ayudando a su regreso a casa.
También reveló que, a partir del 16 de junio, la política de vacunación obligatoria terminará, pero señaló que las empresas del territorio podrán exigir a sus empleados que se vacunen completamente a su discreción.
Aunque las políticas de COVID-19 comenzarán a reducirse, el director de salud conservará la facultad de emitir órdenes sanitarias durante un máximo de dos años, incluidas las de mascarilla y vacunación obligatoria. Sin embargo, el director de Sanidad, Charles Pain, afirmó que la probabilidad de enfrentarse a una situación que requiera las competencias en el futuro parece estar disminuyendo.
El cambio de postura respecto a la vacunación contra el COVID-19 en el sector sanitario también significa que el virus probablemente será tratado de forma similar a la gripe y el sarampión en el futuro. Además, las empresas podrán volver a contratar a los trabajadores que se vieron obligados a despedir tras la aplicación de los mandatos.
“Dependerá de cada organismo el determinar cuáles son sus necesidades de personal en el futuro y a quiénes desean contratar”
Cuando se le preguntó si el gobierno se arrepentía de su gestión de la pandemia de COVID-19, Fyles dijo:
“En absoluto. La forma en que hemos recibido ese consejo sanitario se ha manejado y la forma en que la comunidad del territorio ha respondido es algo de lo que debemos estar orgullosos”
