Según el periodista Matthew Tyrmand, se produjeron sospechosos vertidos de votos a última hora que fueron todos para Lula, lo que borró la enorme ventaja de Bolsonaro.
Empieza bien… pero el vertido de papeletas no se produce (si es que se produce, que esperemos que no) hasta mucho más tarde. Sin embargo, estoy seguro de que está bien. No es como si lo dirigiera Smartmatic. Oh, espera, lo es. ¿Qué podría ir mal?
Y Lula empieza a espantarse, qué curioso.
El fraude de las marcas tiene lugar. Cuando los primeros resultados mostraron @JairBolsonaro arriba -48 -41 sobre Lula.
Estadísticamente no es posible que todos los vertidos vayan en una dirección.
Cada lote con un porcentaje mayor que las muestras iniciales hacia el candidato que no puede hacer campaña por miedo a ser abucheado como un criminal.
Como se predijo todas estas semanas pasadas: no lo robarían en la primera ronda ya que ese puente es demasiado lejos para estos criminales comunistas (son ladrones pero no estúpidos)… pero diseñarían una ventaja de Lula para robarlo en la segunda ronda del 30 de octubre (Ver narrativa “¡Lula estaba arriba!”) Amañado.
Justo delante de nuestros ojos, amigos. Esto no ocurre en las distribuciones normales de puntos de datos electorales. Desearía que mis predicciones de la semana pasada en WarRoom no resultaran tan acertadas, pero por desgracia.
Me encanta la relación de casi 2,3 a 1 en el Senado entre el partido JB (PL) y el partido Lula (PT).
Los números no mienten y Bolsonaro aún es un candidato popular
El presidente Jair Bolsonaro y el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva pasaron a la segunda vuelta que se celebrará el 30 de octubre bajo un panorama distinto, ya que pocos creerán en las encuestas, que fueron las grandes derrotadas, pues le otorgaban 14 puntos de ventaja al dirigente del PT y la diferencia fue menor a 3 puntos.
La prensa internacional se hizo eco de las encuetas que circulaban en Brasil dándole una amplia ventaja al candidato de la izquierda, quien realmente y por evidencias no es tan popular como querian hacer creer.
Agencias de noticias como la española EFE destacaban en cada nota sobre las elecciones que Luiz Inácio Lula da Silva era el gran favorito, incluso para ganar en primera vuelta. Los resultados demostraron que todo se trató de un libreto para intentar posicionar al exmandatario, a quien el Supremo Tribunal Federal (STF) le anuló dos condenas por corrupción para intentar ponerlo nuevamente en la Presidencia. El caudal de votos conseguido por el presidente Jair Bolsonaro no puede calificarse como una sorpresa cuando en las calles se evidenciaba el enorme apoyo popular que las encuestadoras no mostraban.
Con 88,55 % de las mesas escrutadas, Bolsonaro pasa a la segunda vuelta tras conseguir 44,48 % de los votos frente a 46,93 % de Lula da Silva, a quien el Instituto Datafolha le daba en el más reciente sondeo previo a la elección una intención de voto de 48 % y solo 34 % para el actual mandatario, es decir, según esta firma Lula tenía 14 puntos de ventaja. El margen terminó siendo de apenas 2 puntos.
Otras encuestas se atrevieron incluso a pronosticar que el candidato izquierdista ganaría en primera vuelta. Tal es el caso de la consultora Ipec, que en su último estudio le daba 51 % a Lula y 37 % a Bolsonaro, manejando el mismo margen de ventaja de 14 puntos a favor del fundador del Foro de Sao Paulo.
Los bastiones de Bolsonaro y Lula
La votación del presidente Bolsonaro fue impulsada por la amplia ventaja conseguida en los estados más poblados como Sao Paulo y Río de Janeiro, así como en el Distrito Federal. Por su parte, Lula logró su más alta votación en su natal Pernambuco, Bahía y Río Grande do Norte. Llama la atención como en el estado de Roraima –fronterizo con Venezuela– es donde Bolsonaro logra una mayor ventaja, llegando a sacar más de 45 puntos por encima de Lula da Silva. De acuerdo con los resultados divulgados por el Tribunal Superior Electoral (TSE), la participación se ubicó por encima de 79 %.
Bolsonaro y Lula se volverán a medir el 30 de octubre bajo un panorama totalmente distinto. Las encuestas y los medios “progresistas” que impulsaron la candidatura del dirigente del PT fueron los grandes derrotados en la jornada de este domingo 2 de octubre y pocos creerán en lo que vaticinen para la segunda vuelta.
Bolsonaro gana la pulseada parlamentaria y tendría un segundo mandato tranquilo
Es dificil creer que la popularidad de Lula no ha sido orquestada, ya que el parlamento brasileño es altamente Bolsonarista y de ganar Lula, tendría que enfrentar a un congreso que no lo apoya.
El PT, complicado por los casos de corrupción, no tuvo un gran desempeño y la victoria en primera vuelta se redujo al personalismo de Lula
Esto, que se trata de una clara derrota del PT, se explica en buena parte con el repudio que sufre la fuerza izquierdista de cara a la opinión pública. Aunque Lula pudo participar en los comicios, su partido todavía tiene una buena cantidad de dirigentes procesados y condenados en causas de corrupción y dádivas. De ganar también en segunda vuelta, Lula tendrá un panorama parlamentario mucho más complicado que el de un eventual segundo mandato de Bolsonaro.
El próximo Congreso tendrá varias caras conocidas de la primera línea del bolsonarismo, como el vicepresidente Hamilton Mourao. Lo acompañarán en el Poder Legislativo la exministra de Agricultura, Tereza Cristina, también Marcos Pontes, que se desempeñó en Ciencia y Tecnología y Damares Alves, del ministerio de la Mujer Familia y Derechos Humanos.