Los agricultores de los Países Bajos han reducido la contaminación por nitrógeno en casi un 70%. Pero el gobierno dice que eso no es suficiente y les exige que reduzcan la contaminación en otro 50% para 2030.
Según las estimaciones del propio gobierno holandés, 11.200 granjas de las aproximadamente 35.000 dedicadas a la producción láctea y ganadera tendrían que cerrar según sus políticas; 17.600 granjeros tendrían que reducir el número de cabezas de ganado; y el total de cabezas de ganado tendría que reducirse entre la mitad y un tercio.
El gobierno holandés ha exigido que la ganadería cese por completo en muchos lugares. De los más de 25.700 millones de dólares que el gobierno ha reservado para reducir la contaminación, sólo 1.000 millones se destinan a la innovación tecnológica, y la mayor parte del resto a comprar a los ganaderos.
Este esfuerzo ha provocado una fuerte reacción entre los agricultores holandeses, que argumentan que el gobierno parece más interesado en reducir la agricultura animal que en encontrar soluciones que protejan el suministro de alimentos y sus medios de vida.
Caroline van der Plas, fundadora y única diputada del partido Movimiento Campesino-Ciudadano, o BBB en holandés se cuestiona:
“¿Por qué comprar a los agricultores o reducir la ganadería cuando se tiene la posibilidad de invertir en innovación? La industria del automóvil ha innovado durante los últimos 40 años. No hay menos coches y los que tenemos son más limpios. Incluso tenemos coches eléctricos. Eso es lo que me parece una locura. ¿Por qué no tratamos a los agricultores igual que a la industria del automóvil? ¿Darles tiempo para desarrollar soluciones o innovar? Podemos producir alimentos de forma mucho más eficiente y limpia si hacemos eso. Y además es mucho más barato que comprar a los agricultores”.
Las protestas de los agricultores en los Países Bajos se producen en un momento de mayor inseguridad alimentaria mundial creada por la invasión rusa de Ucrania, uno de los principales exportadores de trigo.
Los Países Bajos son el mayor exportador de carne de Europa y el segundo mayor exportador de productos agrícolas en general por valor económico en el mundo, después de Estados Unidos, una hazaña notable para una nación con la mitad del tamaño de Indiana. Las exportaciones agrícolas generan unos ingresos de casi 100.000 millones de dólares al año. Los expertos atribuyen el éxito del país a la adopción de la innovación tecnológica por parte de sus agricultores.
Holanda es sólo uno de los países en los que los gobiernos están presionando para imponer límites estrictos a la agricultura. Canadá, por ejemplo, pretende reducir en un 30% la contaminación por nitrógeno para 2030. Aunque el gobierno canadiense afirma que no está obligando a reducir el uso de fertilizantes, sino sólo la contaminación, los expertos coinciden en que una disminución tan radical de la contaminación en un periodo tan corto sólo será posible mediante la reducción del uso de fertilizantes y, por tanto, de la producción de alimentos. El coste para los agricultores sería de entre 10.000 y 48.000 millones de dólares.
Gunter Jochum, presidente de la Asociación de Productores de Trigo del Oeste de Canadá dijo:
“Si se empuja a los agricultores contra la pared sin margen de maniobra, no sé en qué acabará esto. Sólo hay que ver lo que está pasando en Europa, en los Países Bajos. Ya están hartos”.
Mientras que las restricciones holandesas propuestas están motivadas por la preocupación por la contaminación del suelo y del aire, las restricciones canadienses están motivadas por el deseo de tomar medidas contundentes contra el cambio climático.
Pero las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura palidecen en comparación con las de la energía. Las emisiones de la producción de petróleo y gas en Canadá aumentaron cinco veces más (76 millones de toneladas métricas) que las emisiones de la producción agrícola y animal (14 millones de toneladas métricas) entre 1990 y 2020. Y con la contaminación llegaron más alimentos. El rendimiento del trigo de primavera de Canadá aumentó más del 40% durante ese periodo.
Las consecuencias más dramáticas de la intervención gubernamental se produjeron en Sri Lanka, donde la prohibición de los fertilizantes en 2021 provocó una reducción masiva de los rendimientos, desencadenando el hambre y una crisis alimentaria y económica que hizo caer al gobierno en julio. Dado que la agricultura es una fuente de gases de efecto invernadero, los esfuerzos de los gobiernos y la reacción que están fomentando pueden ser un presagio de una crisis mundial.
¿Por qué los políticos son tan dogmáticos, en opinión de sus críticos, en un momento de creciente inseguridad alimentaria? Después de todo, es obvio que la estrategia no está funcionando, ni siquiera para ellos.
En los Países Bajos, después de que los agricultores bloquearan las carreteras, arrojaran estiércol en los caminos e iniciaran incendios en protestas por todo el país, se ganaron el apoyo del público en general. Si las elecciones se celebraran hoy, los partidos gobernantes perderían un número importante de diputados en el parlamento, mientras que el partido Agricultor-Ciudadano de Van der Plas podría ganar lo suficiente para formar un nuevo gobierno, con Van der Plas como primer ministro.
En Canadá, el gobierno federal ha provocado la reacción de los gobiernos regionales de Alberta y Saskatchewan. Y ahora, los agricultores holandeses están inspirando las protestas de otros agricultores en toda Europa, incluso en Alemania, Polonia e Italia.
¿Qué está pasando exactamente?
