A la temperatura de Neptuno le ha ocurrido algo extraño que ha dejado a los científicos rascándose la cabeza. El enorme planeta de hielo, conocido por su color azul intenso, ha sido objeto de un seguimiento de su temperatura a lo largo de 17 años y, tras analizar imágenes térmicas infrarrojas, los investigadores han descubierto que la temperatura ha estado fluctuando con un periodo de enfriamiento seguido de un espectacular calentamiento de su polo sur.
Hubo un descenso de la temperatura de 8°C en los años 2003-2009, pero las temperaturas aumentaron posteriormente en 11°C en el polo sur entre 2018 y 2020, los científicos se sorprendieron de estos cambios, incluso podría decirse que surgieron literalmente de la nada.
El Dr. Michael Roman, autor principal del estudio e investigador postdoctoral asociado de la Universidad de Leicester describió el cambio de temperatura como “inesperado”.
“Dado que hemos estado observando Neptuno durante el inicio del verano austral, esperábamos que las temperaturas se fueran calentando lentamente, no que fueran más frías”
Neptuno tiene una inclinación axial como la Tierra, lo que significa que experimenta estaciones – aunque son mucho más largas que las nuestras, debido a lo lejos que está.
Mientras que el planeta tarda 165 años terrestres en orbitar alrededor del sol, una estación completa en Neptuno dura 40 años, por lo que los 17 años de estudios equivalen a menos de la mitad de una estación, razón por la cual los científicos pensaron que las estaciones cambian lentamente.
El Dr. Glenn Orton, investigador principal del JPL y coautor del estudio, se refirió a este punto:
“Nuestros datos cubren menos de la mitad de una estación de Neptuno, por lo que nadie esperaba ver cambios grandes y rápidos”.
Como la razón detrás del cambio de temperatura de Neptuno sigue sin probarse, los científicos piensan que puede deberse a cambios en el sol, en los patrones climáticos o en la química de Neptuno, y esperan averiguarlo con nuevas investigaciones.
“Las variaciones de temperatura pueden estar relacionadas con los cambios estacionales en la química atmosférica de Neptuno, que pueden alterar la eficacia del enfriamiento de la atmósfera, pero la variabilidad aleatoria de los patrones climáticos o incluso una respuesta al ciclo de actividad solar de 11 años también pueden tener un efecto”