El Departamento de Estado de Estados Unidos negó las acusaciones impulsadas por funcionarios rusos esta semana, acusándo al ejército estadounidense de estar involucrado en la creación de armas químicas o biológicas en Ucrania.
El miércoles por la noche, el Departamento de Estado desestimó las acusaciones del Kremlin sobre que Estados Unidos y Ucrania han llevado a cabo “actividades con armas químicas y biológicas”, tildándolas como falsas.
Adicionalmente, señalaron que funcionarios del Partido Comunista Chino (PCC) se han hecho eco de las afirmaciones de Moscú.
“Esta desinformación rusa es un total disparate y no es la primera vez que Rusia inventa este tipo de afirmaciones falsas contra otro país“, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, a través de un comunicado.
Añadió además:
” EE.UU. no posee, ni opera ningún laboratorio químico o biológico en Ucrania. Además, cumple plenamente con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Armas Químicas y la Convención sobre Armas Biológicas, y no desarrolla ni posee tales armas en ningún lugar”
En cambio, los americanos acusan a Rusia de operar “programas activos de armas químicas y biológicas” que violan las convenciones sobre ese tipo de armas.
La declaración se produjo poco después de que la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, dijera en una audiencia en el Senado que había laboratorios biológicos ubicados en Ucrania.
Al ser preguntada por el senador Marco Rubio (republicano de Florida), Nuland confirmó el martes que Estados Unidos está protegiendo las “instalaciones de investigación biológica” en el país del ejército ruso.
Nuland comentó:
“Ucrania tiene instalaciones de investigación biológica, de hecho, ahora nos preocupa bastante que las fuerzas rusas puedan estar intentando hacerse con el control, por lo que estamos trabajando con los ucranianos sobre cómo pueden evitar que cualquiera de esos materiales de investigación caiga en manos de las fuerzas rusas, en caso de que se acerquen”
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que Estados Unidos proporcionó dinero a instalaciones de investigación biológica en Ucrania, y alegó sin pruebas, que podrían haber sido utilizadas para crear armas biológicas o realizar experimentos relacionados con el coronavirus del murciélago.
En los últimos dos años, funcionarios comunistas chinos también han impulsado acusaciones infundadas de que Estados Unidos fue la fuente de la pandemia de COVID-19.
Afirman que el virus fue introducido en Wuhan por soldados estadounidenses que participaron en los Juegos Mundiales Militares en octubre de 2019.
También han afirman que el virus se originó en el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de Estados Unidos, ubicada en la base militar de Fort Detrick en Maryland, a pesar de que el brote inicial de COVID-19 se produjo en Wuhan, que alberga un laboratorio de investigadores médicos de alta seguridad.
Esta semana, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, mientras hacía referencia a esas afirmaciones anteriores relacionadas con COVID-19, impulsó la teoría de que los laboratorios biológicos en Ucrania están siendo utilizados por Estados Unidos para “llevar a cabo planes biomilitares.”
Bajo la administración Trump, la Embajada de Estados Unidos en Ucrania en abril de 2020 dijo que los funcionarios chinos y rusos en ese momento estaban promoviendo la desinformación de COVID-19.
Portavoz de la embajada declaro, “El Programa de Reducción de la Amenaza Biológica del Departamento de Defensa de los Estados Unidos trabaja con el gobierno ucraniano para consolidar y asegurar los patógenos y las toxinas de interés para la seguridad en las instalaciones del gobierno ucraniano, al tiempo que permite la investigación pacífica y el desarrollo de vacunas”
Añadiendo:
“También trabajamos con nuestros socios ucranianos para garantizar que Ucrania pueda detectar e informar de los brotes causados por patógenos peligrosos antes de que supongan una amenaza para la seguridad o la estabilidad. Nuestros esfuerzos conjuntos ayudan a garantizar que los patógenos peligrosos no caigan en manos equivocadas”
