La actual ola de calor en Europa continuará hasta finales de mes, produciendo temperaturas récord en todo el continente. La ola de calor está empezando a frenar la producción de energía nuclear en Francia, lo que podría tener efectos generalizados en los mercados europeos.
Bloomberg informa de que la compañía eléctrica francesa Electricite de France SA (EDF) se ha visto obligada a reducir la producción de energía en tres centrales eléctricas esta semana, dos en el río Ródano y otra en el Garona, después de que las temperaturas del agua de cada uno de los ríos estuvieran demasiado calientes para circular por los condensadores y verterla de nuevo en los cursos de agua, ya que el agua sobrecalentada causaría daños medioambientales.
Las restriccione en el Ródano reducirán la producción de la central de Saint-Alban a partir del 20 de julio, pero la instalación mantendrá una producción mínima de al menos 1.300 megavatios por razones de funcionamiento de la red, dijo EDF en una presentación. Es la mitad de su capacidad habitual. Las centrales de Tricastin y Blayais funcionarán cada una a un nivel mínimo de 1.800 megavatios a partir del 17 de julio.
Las instalaciones de Saint-Alban y Blayais, así como la planta de Golfech, han recibido exenciones temporales de las normas de descarga de agua para mantenerlas en funcionamiento durante la ola de calor, informó Les Echos, sin dar detalles sobre la producción. El río Garona alcanzó el jueves los 28 grados centígrados.
La capacidad de los reactores nucleares franceses se situaba el viernes en torno al 46%, frente al 47% del miércoles, según datos del operador de la red RTE.
Las consecuencias de la caída de la producción de energía nuclear para el parque atómico francés, el mayor de Europa y que produce el 25% de toda la energía del continente, han sido el aumento de los precios de la electricidad.
La semana pasada, la electricidad francesa subió los precios un 18% hasta los 500 euros por megavatio-hora, el precio más alto de la semana.
A las puertas del verano, la mitad de los 56 reactores franceses están fuera de servicio por mantenimiento rutinario. La interrupción sigue ampliándose debido a las olas de calor, y las restricciones de agua en los ríos han llevado la producción de energía nuclear al nivel estacional más bajo en al menos una década.
Según el servicio meteorológico nacional francés Météo-France, el próximo lunes podría ser uno de los días más calurosos de los que se tiene constancia, especialmente en el sur del país.
La combinación de olas de calor y mantenimiento está paralizando el parque atómico francés y llega en un momento en que el continente sufre una crisis energética.