La Región Autónoma de Xinjiang Uygur (XUAR), en el noroeste de China, está sometida a una estricta prohibición de viajar desde que se notificó un caso positivo de COVID-19 hace 90 días, el 30 de julio. Un gran número de visitantes de la zona han estado atrapados en la región todo ese tiempo, y se encuentran en apuros económicos por el alto coste del alojamiento y la comida.
Muchas personas han entregado voluntariamente dinero a los funcionarios para obtener una aprobación anticipada para abandonar Xinjiang. El 7 de noviembre, la edición en chino de The Epoch Times habló con dos personas que habían quedado atrapadas en Xinjiang cuando cada una de ellas estaba de viaje de negocios.
Sobornar a las autoridades
El Sr. Lee vendía en Xinjiang equipos agrícolas y de riego. Su empresa tiene su sede en Zhejiang, una provincia costera del este de China.
Para salir de Xinjiang hay que informar a las autoridades y obtener su aprobación. Lee dijo que algunas personas se irían a cualquier precio, por lo que sobornaron a los funcionarios de la comunidad para obtener rápidamente un pase de viaje.
“Tendrás que informar [solicitar] al departamento local de prevención de pandemias a través del centro comunitario local. Firmarás un acuerdo con los datos personales y [tu] destino. Tras tres o cinco días de aislamiento en casa en la comunidad y la firma del acuerdo fuera de línea, la aprobación se emitirá en línea aproximadamente un día después. El departamento local de prevención de pandemias llamará entonces al centro de mando para certificar la aprobación. Entonces podrá marcharse”.
Hizo hincapié en que sólo es aplicable a las personas de la región de bajo riesgo. Las personas de la zona de alto riesgo no podrán salir, a menos que haya un asunto urgente, como por ejemplo, un servicio fúnebre, en casa. Esto es lo que le dijeron las autoridades locales a un amigo suyo en la zona de alto riesgo.
Lee dijo que la aprobación se hace por lotes. Muchas personas estaban ansiosas por salir lo antes posible, y sobornaban a los líderes de la comunidad con la esperanza de avanzar en la lista de solicitudes.
“Son 3.000 yuanes (unos 413,55 dólares) por persona para conseguir una aprobación anticipada. Es como una cadena de beneficios clandestina. También hay personas que venden la aprobación certificada”
Lee dijo que finalmente logró salir de Xinjiang el 7 de noviembre. Tardó 24 horas en salir de la zona. “Había muchos vehículos atascados en el puesto de control para las pruebas de PCR. La prueba tarda de cuatro a cinco horas en hacerse”, dijo.
Una comida al día
El Sr. Lin era un residente de Hebei, una provincia del norte de China. En agosto se quedó atrapado en Xinjiang durante un viaje de negocios. Al venir de una provincia extranjera, su alojamiento se convirtió en un problema. Dijo:
“El hotel es demasiado caro, así que trabajo como ayudante en el lugar de la cuarentena para poder comer lo mínimo”.
Dijo que agosto es la temporada de contratación de trabajadores temporales para ir a Xinjiang a recoger algodón, peras y manzanas. Pero el encierro los ha retenido allí después de que la temporada de cosecha haya terminado. La mayoría de ellos tendrían que salir de Xinjiang a pie porque se ha suspendido el transporte público.
“Hay cientos de miles de trabajadores inmigrantes en Xinjiang. También hay vendedores ambulantes de fuera de Xinjiang”, dijo.
Explicó que la cuarentena es muy cara: “El coste del aislamiento durante una semana o diez días puede costar varios miles de yuanes [cientos de dólares], no hay mucha gente que pueda permitírselo”, dijo.
Para ahorrar dinero, algunas personas sólo hacen una comida al día.
“No hay horario de día ni de noche. La gente probablemente sólo coma un poco al levantarse, y eso es todo para el día”
Las medidas extremas de la política de cero COVID tienen a mucha gente sufriendo, a los jóvenes en particular. “La vida es un desastre”, dijo Lin.
