Judit Varga, ministra de Justicia del gobierno conservador nacional del primer ministro Viktor Orbán, lamentó el hecho de que “hoy en día, cualquier persona puede ser desconectada arbitrariamente del espacio en línea sin ningún tipo de procedimiento oficial, transparente o justo, o la oportunidad de reparación”.
“Los panaderos, peluqueros, jubilados, profesores, pequeñas y grandes empresas y los líderes estatales también pueden ser desconectados”, dijo el ministro Varga, declarando insostenible el status quo en un comunicado de prensa.
La politica húngara parece estar siguiendo el ejemplo del viceministro de Justicia de Polonia, Sebastian Kaleta, quien encabeza un nuevo proyecto de ley denominado “Ley de la Libertad” que facultará a un organismo independiente para escuchar las apelaciones de los usuarios de las redes sociales que han sido prohibidos o eliminaron su contenido de las plataformas de Big Tech. Ese organismo, la Junta de Libertad de Expresión, tendrá el poder de ordenar que se reviertan tales eliminaciones si los usuarios del discurso fueron censurados por la ley e imponer fuertes multas a las empresas de tecnología que no cumplan.
Mientras que la fuerte acción de Polonia y Hungría contra las Big Tech se produce a raíz de la purga masiva del entonces presidente Donald Trump de prácticamente todas las principales plataformas de redes sociales, seguida rápidamente por Apple, Google y Amazon que borraron la plataforma de rápido crecimiento orientada a la libertad de expresión, Parler. Internet, los dos países han estado analizando el tema de la censura en línea durante algún tiempo.
El gobierno polaco ha dicho que comenzó a preocuparse seriamente cuando observó la censura de páginas cristianas en Facebook, mientras que la ministra Varga afirmó anteriormente que ella misma había sido “prohibida en la sombra” en la plataforma Zuckerberg, y la cuenta oficial de Acerca de Hungría en Twitter fue eliminada. sin explicación antes de que las quejas del gobierno aseguraran su restauración.
Anteriormente, había argumentado que la “broma gastada” de “‘Si no le gusta nuestra red social, simplemente cree la suya propia” había sido acabada de una vez por todas por la eliminación rápida de Parler de Internet cuando la gente empezó a acudir en masa a Parler tras la prohibición de Donald Trump.
Eso es tener autoridades que se preocupan por la libertad de todos…
Libertad de expreción…
Ya es hora que les pongan el pecho