La economía registró el pasado trimestre su peor resultado anualizado desde la recesión inducida por la pandemia de 2020, según informó el gobierno en un comunicado actualizado el miércoles, achacando el inesperado descenso de la actividad económica a la variante omicrónica de Covid-19 y a la disminución de la ayuda gubernamental.
La economía estadounidense se contrajo a una tasa anual del 1,6% en el primer trimestre de 2022, el primer descenso desde el segundo trimestre de 2020, informó el miércoles la Oficina de Análisis Económico en una actualización peor de lo esperado de la cifra del mes pasado, que mostró un descenso del 1,5%.
La actualización reflejó principalmente un gasto en inventarios de las empresas y en inversiones residenciales más suave de lo esperado, que fue compensado sólo parcialmente por un repunte del gasto de los consumidores, dijo el gobierno.
En el primer trimestre, una oleada récord de casos de Covid-19 espoleada por la variante omicrónica dio lugar a continuas restricciones e interrupciones en los negocios, mientras que los programas de asistencia gubernamental, incluidos los préstamos condonables a las empresas y las prestaciones sociales a los hogares, expiraron o se redujeron, impidiendo aún más el crecimiento, según el comunicado.
Según el gobierno, el descenso generalizado de las exportaciones, el gasto público y los inventarios de las empresas, junto con el aumento de las importaciones, han contribuido al declive general.
La caída general contrasta con el crecimiento de la economía, mejor de lo esperado, del 6,9% en el cuarto trimestre, el ritmo más rápido en casi 40 años, gracias en parte a un aumento de las exportaciones y a la mayor inversión en inventarios por parte de los concesionarios de automóviles.
Qué hay que tener en cuenta
Los economistas apuestan por una vuelta al crecimiento este trimestre, evitando así los dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB que constituyen una recesión técnica, pero una creciente oleada de expertos ha advertido que las probabilidades de una recesión el próximo año son cada vez mayores.
En una nota de investigación publicada el lunes, los analistas de S&P Global Ratings afirmaron que la agresiva política de la Reserva Federal para combatir las continuas subidas de precios dará lugar a un bajo crecimiento económico este año y a un posible riesgo de recesión, advirtiendo: “Lo que está a la vuelta de la esquina el próximo año es la mayor preocupación”. S&P situó las probabilidades de una recesión en 2023 en un 40%, más que el 35% que emitió Morgan Stanley la semana pasada.
Antecedentes clave
Aunque la economía se recuperó rápidamente tras la recesión de Covid en 2020, la retirada de las medidas de estímulo de la Fed, la invasión rusa de Ucrania y las persistentes restricciones de Covid han aumentado la incertidumbre del mercado este año.
El pasado trimestre, el mercado bursátil registró su peor resultado desde el desplome del mercado a principios de 2020, con una caída del 5% en el S&P y del 9% en el Nasdaq, un mercado muy tecnológico. “Los riesgos de recesión son altos, incómodamente altos, y van en aumento”, dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, en una nota reciente. “Para que la economía navegue sin sufrir una recesión, necesitamos una política muy hábil de la Fed y un poco de suerte”.
Cita crucial
En un correo electrónico tras el informe inicial de abril, que estimó un descenso del 1,4% a pesar de las expectativas de crecimiento del 1%, el analista de Bankrate Mark Hamrick dijo que el deslucido rendimiento sirve de recordatorio de los “tiempos volátiles y complicados en los que vivimos”, pero que la contracción es “menos preocupante” porque los motores clave del crecimiento económico, como el gasto de los consumidores y las empresas, se han mantenido a pesar del creciente déficit comercial y de las grandes oscilaciones de los inventarios empresariales.