Según los modelos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la población mundial alcanzaró este 15 de noviembre los 8.000 millones de habitantes, apenas 12 años después de haber superado los 7.000 millones, y menos de un siglo después de que el planeta soportara sólo 2.000 millones de personas.
La última actualización de la población de la ONU, publicada en julio de este año, también revisa a la baja su proyección a largo plazo de 11.000 millones de personas a 10.400 millones en 2100.
Los demógrafos nunca estarán seguros de si el 15 de noviembre fue realmente el Día de los Ocho Mil Millones, como lo ha bautizado la ONU, pero sí están de acuerdo en una cosa. Aunque la población humana ha crecido rápidamente, ese crecimiento se está ralentizando y, dentro de unas décadas, la población de la Tierra empezará a reducirse.
Patrick Gerland, que dirige el trabajo demográfico de la División de Población de la ONU en Nueva York expresó:
“Se trata de una aproximación bruta que es más bien una constatación simbólica. Puede que lo hayamos superado, o puede que sea un poco más tarde, pero es alrededor de este momento cuando la humanidad alcanza los 8.000 millones”.
Aunque aproximada, ésta podría ser la estimación más fiable que la ONU ha elaborado hasta ahora. La organización ha cambiado recientemente su forma de analizar los datos, pasando de intervalos quinquenales a anuales. Y en las últimas décadas se ha producido una mejora constante en la capacidad de muchos países para recopilar estadísticas.
Sin embargo, siguen existiendo importantes puntos ciegos, sobre todo en el caso de los países que sufren crisis humanitarias y conflictos, como Somalia, Yemen y Siria. “La precisión de la información empírica subyacente varía enormemente en todo el mundo”, afirma Gerland.
Estimaciones diferentes
El rápido aumento de la población a lo largo del siglo XX fue impulsado por los avances en salud pública y medicina, que permitieron que más niños sobrevivieran hasta la edad adulta. Al mismo tiempo, las tasas de fertilidad (definidas como el número de hijos por mujer) se mantuvieron elevadas en los países de renta baja.
Los demógrafos se interesan especialmente por las tasas de fecundidad y por cómo se espera que cambien, porque estos factores ayudan a determinar lo que ocurrirá con la población mundial en el futuro.
Las diferencias en las tasas de fecundidad supuestas han sido una razón importante para una notable desviación en lo que varios modelos habían pronosticado anteriormente para la población mundial en 2100, por ejemplo. Esos resultados sugerían una horquilla que oscilaba entre los 8.800 millones y los casi 11.000 millones para finales de siglo.
Según Tomáš Sobotka, investigador de población del Instituto de Demografía de Viena:
“Si se hacen ajustes, incluso relativamente pequeños, en estas trayectorias de tasas de fertilidad, se acumula y, de repente, un país grande puede tener 100 millones de personas más dentro de 80 años”
En 2018, el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) de Viena pronosticó que la población mundial sería de unos 9.500 millones en 2100. El instituto prepara ahora una actualización, que elevará esa estimación a entre 10.000 y 10.100 millones.
El cambio se debe a las mayores tasas de supervivencia observadas y previstas entre los niños de los países de renta baja, afirma Sobotka. Otro factor son las estimaciones más altas de las tasas de fertilidad en algunos países grandes, como Pakistán.
Datos más fiables
El factor más importante de la actualización de las previsiones de la ONU es que los datos de China son más fiables desde el fin de la política del hijo único en 2015.
“Siempre hubo un desajuste en las diferentes fuentes de datos procedentes de China durante esa política”, dice Gerland. Algunos padres, sobre todo si tenían una niña, no registraban un primer nacimiento, dice. Por eso, muchos niños no aparecían en las estadísticas oficiales hasta que empezaban a ir a la escuela. “Básicamente, teníamos que recurrir a las estadísticas de educación para obtener información más precisa”, afirma.
Las predicciones de la ONU sugieren que la población de China ya ha alcanzado su punto máximo y que ahora se reducirá año tras año hasta al menos el final del siglo.
“Las estadísticas chinas sugieren que ya hay más muertes que nacimientos en China, y en esa situación la población empezará a disminuir”
