La Reserva Federal dio su primer paso para examinar más seriamente la emisión de una moneda digital del banco central, publicando el jueves un informe que tiene en cuenta los posibles costes y beneficios de la idea y abre la puerta a los comentarios del público.
En el esperado informe, la Reserva Federal evitó tomar partido, pero expuso una lista de argumentos a favor y en contra de la emisión de una moneda digital, y planteó preguntas que darán forma al debate.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo en un comunicado:
“Esperamos participar con el público, los representantes electos y una amplia gama de partes interesadas mientras examinamos los aspectos positivos y negativos de una moneda digital del banco central en Estados Unidos”,
Los bancos centrales, desde las Bahamas hasta Suecia y China, están experimentando con ofertas de divisas digitales, lo que alimenta la preocupación en el Capitolio de que la Reserva Federal pueda quedarse atrás con respecto a la competencia.
La vertiginosa innovación en el sector privado ha sugerido que la Reserva Federal, un regulador financiero clave, necesita entender las tecnologías de pago digitales privadas en ciernes.
Una moneda digital minorista del banco central sería, básicamente, dinero electrónico. Aunque los consumidores ya utilizan dinero digital al pasar una tarjeta de crédito o comprar algo por Internet, ese dinero está respaldado por el sector bancario. Una versión de la Fed estaría respaldada por el banco central de Estados Unidos, al igual que un billete de dólar estadounidense.
Dada la posición dominante de la moneda estadounidense en las finanzas mundiales, la Reserva Federal ha dejado claro que se está moviendo con lentitud y cuidado al estudiar la posibilidad de un dólar digital. Y los funcionarios han hecho hincapié en que no avanzarían sin la aprobación del Congreso, algo que el informe reitera:
“La Reserva Federal no tiene intención de seguir adelante con la emisión de un CBDC sin un apoyo claro del poder ejecutivo y del Congreso, idealmente en forma de una ley de autorización específica”
Los investigadores del banco central expusieron cómo una moneda digital podría ofrecer beneficios y entrañar riesgos.
Una moneda de este tipo “podría proporcionar una opción de pago digital segura para los hogares y las empresas a medida que el sistema de pagos sigue evolucionando, y podría dar lugar a opciones de pago más rápidas entre los países”, según el comunicado de la Fed que acompaña al documento de debate.
Pero el documento decía que una moneda digital del banco central también plantearía cuestiones de política, incluyendo “cómo podría afectar a la estructura del mercado del sector financiero, el coste y la disponibilidad del crédito, la seguridad y la estabilidad del sistema financiero y la eficacia de la política monetaria”.
El documento de la Reserva Federal también parecía dar un portazo a varias posibilidades, incluida la idea de que una moneda digital del banco central pudiera crearse junto a las cuentas bancarias de los consumidores en la Reserva Federal, algo que los demócratas y los defensores de una inclusión financiera más amplia han sugerido en ocasiones.
“La Ley de la Reserva Federal no autoriza las cuentas directas de la Reserva Federal para los individuos, y tales cuentas representarían una expansión significativa del papel de la Reserva Federal en el sistema financiero y la economía”, dijo el documento, sugiriendo que tales cuentas tendrían que ser intermediadas por los bancos y otros proveedores de servicios.
A los bancos comerciales, por su parte, les preocupa que la creación de una moneda digital del banco central y de cuentas de la Reserva Federal pueda quitarles su base de depósitos y poner en peligro su modelo de negocio.
El documento de la Reserva Federal señalaba que las opciones de diseño podrían mitigar las perturbaciones del sistema bancario, y que éstas podrían producirse de todos modos.
“Un CBDC podría estimular la innovación por parte de los bancos y otros actores y sería un sustituto de los depósitos más seguro que muchos otros productos, incluidas las stablecoins y otros tipos de dinero no bancario”, señala el documento. “Estas formas de dinero no bancario podrían provocar un desplazamiento de los depósitos fuera de los bancos incluso sin un CBDC”.
La Fed está solicitando comentarios públicos sobre más de 20 preguntas acerca de las monedas digitales de los bancos centrales, y está aceptando respuestas durante los próximos 120 días.