El senador de One Nation, Malcolm Roberts, sacó el cuello durante un reciente discurso en el Parlamento Federal. Se atrevió a rebatir la histeria pro gobierno ucraniano que se ha apoderado de las élites australianas en los últimos meses, diciendo que no quiere tomar partido en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania.
Está expresando su opinión genuina sobre el asunto, sus palabras reflejan las opiniones de una fuerte proporción de australianos de a pie que son completamente ignoradas por la clase política, ya sea en lo que respecta a la inmigración, la tiranía de Covid, o nuestro total desprecio por Globohomo.
Pero esperen que hay más. Roberts cita al senador estadounidense Ron Paul para excoriar a la Reserva Federal de Estados Unidos, de propiedad privada:
“Cada guerra importante desde 1913 puede atribuirse directamente al Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que está controlado por los globalistas”.
Este es el discurso más significativo de un político australiano desde el discurso de la “Solución Final” de Fraser Anning en 2018. Al desencadenar pura histeria por su uso de dos palabras inocuas encadenadas, Anning expuso la forma en que la narrativa del mito del holocausto se utiliza para demonizar cualquier expresión de solidaridad blanca. Un genocidio ficticio se ha convertido en la lógica que apuntala el muy real Genocidio Blanco actualmente en curso en todas las naciones blancas.
Roberts se ha basado en esto, señalando por delegación que los judíos son responsables no sólo de las Guerras Mundiales 1 y 2, sino de todas las guerras importantes, incluida la actual en Ucrania.
Es interesante entonces que el discurso de Roberts no haya explotado en los medios de comunicación como lo hizo el de Anning. Esto se puede atribuir a la ignorancia histórica de la prensa mentirosa más que a una conspiración de silencio.