El derecho a la salud es uno de los derechos humanos básicos, pero según las normativas impuestas por la Ministra Bouguignon, es un derecho exclusivo de quienes han sido vacunados contra el COVID-19 ¿suena absurdo?
La ministra Bourguignon confirmó que para la atención programada, los pacientes deben aceptar ser vacunados para tener acceso al hospital. En respuesta, la diputada Martine Wonner mostró su preocupación e indignación y citó el caso de un paciente con cáncer excluido del hospital a partir del 1 de agosto.
Los no vacunados y el hospital público
El Consejo de Estado ha validado imprudentemente la prohibición de que las personas vacunadas reciban atención programada en los hospitales públicos. Además le solicitó al Gobierno especificar por decreto qué establecimientos sanitarios se verían afectados por la medida.
Actualmente, disputados se debaten por un proyecto de ley en la Asamblea Nacional, que prevé, en su artículo 1, la obligación de presentar una tarjeta sanitaria, salvo en caso de urgencia, para ser atendido en el hospital.
No es muy difícil comenzar a imaginar el caos que se está preparando como consecuencia de esta inhumana medida, que atenta directamente contra los derechos humanos.
Martine Wonner incendia la Asamblea
La diputada Martine Wonner citó el caso de un enfermo de cáncer quien el hospital anunció que dejaría de recibir si no se vacunaba a partir del 1 de agosto. Frente a esta historia, una horda de diputados puso el grito en el cielo.
Wonner además planteó los casos de hospitalización de niños que no podrán ser visitados por sus padres no vacunados. Además estos familiares no podrán buscar tratamiento médico, salvo en caso de emergencia médica.
A pesar de las diferencias que siempre existen en toda asamblea, la mayoría de los diputados respondieron con indignación la inhumana responsabilidad que asumen hoy.
Brigitte Bourguignon confirma sin entender
Por su lado, la ministro Bourguignon denunció desinformación propagada por Martine Wonner.
Aseguró que las personas no vacunadas que tienen que recibir cuidados programados en el hospital pueden presentarse con una prueba de PCR negativa reciente en caso de que su condición médica les haya impedido vacunarse.
Sin embargo no parece percatarse de la gravedad del asunto. Por un lado, la medida sigue siendo altamente discriminatoria para quienes simplemente tomaron la decisión de no ser vacunados con este tratamiento experimental que ha demostrado tener secuelas mortales. Por el otro, los hospitales han comenzado a implementar la medida de manera estricta, sin vacuna no hay derecho a tratamiento.