La politización de la inteligencia, esto está sucediendo en las evaluaciones de la interferencia extranjera en las elecciones estadounidenses y con las acusaciones más amplias de fraude electoral, dando como resultado un golpe perjudicial para la democracia del país, teniendo consecuencias negativas a largo plazo.
John Ratcliffe, director de inteligencia nacional (DNI), fue notificado por “funcionarios de inteligencia de carrera” el 16 de diciembre que el CI no podía cumple con la fecha límite del 18 de diciembre establecida por la orden ejecutiva. Se excusaron diciendo que se recibió nueva información relevante desde la elección.
Bart Marcois ex subsecretario adjunto principal de energía para política y asuntos internacionales bajo la administración Bush, se refirió a esto como un acto de deshonestidad por parte de la burocracia que opera dentro de la comunidad de inteligencia. También expresó que no había conocido un caso en dónde se le dijera al presidente o incluso al subsecretario adjunto, que no se tenía la información suficiente para responder, simplemente se diría que la información no está completa pero acá está el informe basado en la información obtenida hasta el momento.
Marcois dice que la única conclusión posible es que el CI se encuentra deliberadamente bloqueando las evacuaciones e informes acerca de la interferencia extranjera en las elecciones de este año por razones políticas.
“Desacelerar esto, retrasarlo, para que este informe no pueda constituir la base de una apelación a la Corte Suprema, o a las legislaturas estatales, o al Congreso para ignorar el resultado del colegio electoral según lo informado por los estados en disputa”, dijo.
El tema preocupante es que estos burócratas que han sido empleados permanentes del gobierno estos últimos 4 años han ignorado la autoridad del presidente, dijo agregando la ironía de que Biden, a su criterio, responde demasiado bien a las necesidades y deseos del Partido Comunista Chino.
La orden ejecutiva del 2018 estipula que la información proporcionada al presidente no tiene que provenir de un informe oficial de la ODNI y que los jefes de agencias o cualquier otro funcionario apropiado pueden enviar su información al presidente en cualquier momento.
Además ordena al gobierno imponer sanciones a las naciones, personas y entidades extranjeras que se encuentren involucradas en intentos de interferir en las elecciones estadounidenses.
Gary Berntsen , ex oficial superior de operaciones de la CIA y jefe de la estación, dijo que para 2016 varios expertos se habían pronunciado en relación a la interferencia extranjera en las elecciones y sobre otras acusaciones de fraude electoral, en contraste con lo que sucede hoy el silencio es abrumador. Categorizando esto como una desgracia nacional, en sus palabras “Es muy, muy lamentable. Es desgarrador para el país porque nos pone en el camino de una seria división interna ”.
Berntsen explica que el equipo de Trump solo tuvo entre 15 y 20 días para descubrir el fraude y la manipulación electoral, en dónde el aparato de seguridad nacional no examinó durante los últimos 15 a 20 años, siendo este un problema.
El es ganador de la Medalla de Inteligencia Distinguida y la Estrella de Inteligencia, es mejor conocido por haber dirigido a oficiales de la CIA en la toma de Kabul en Afganistán y fue el arquitecto de la batalla de Tora Bora.
Agrega que el resultado de las elecciones está todavía dudoso, pues hay casos legales, testigos, fuentes y ahora vemos los primeros informes desde el lado teórico. Raya en la estupidez que alguien contradiga estos argumentos.
Este cree que se necesitan unas brigadas comunistas que caigan del cielo en paracaídas por todo Estados Unidos, y aún así seguiría la disputa. Berntsen dice que hay varios actores extranjeros interfiriendo en las elecciones estadounidenses, incluyendo a Venezuela, Cuba, China, Rusia e Irán.
El informe acerca de la interferencia extranjera podría llegar el próximo mes. Mostrando la interferencia de China, Irán y Rusia.
El exdirector interino de Inteligencia Nacional, Richard Grenell, dijo en una entrevista que tanto Estados Unidos como la comunidad internacional no han reconocido a China como un “peligro claro y presente”.
El 3 de diciembre Ratcliffe en un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal dijo que el Partido Comunista Chino representa la mayor amenaza para Estados Unidos hoy en día, y la mayor amenaza para la democracia y la libertad en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.
“La inteligencia es clara: Beijing tiene la intención de dominar a los Estados Unidos y al resto del planeta económica, militar y tecnológicamente“, escribió Ratcliffe. “Muchas de las principales iniciativas públicas y empresas destacadas de China ofrecen solo una capa de camuflaje a las actividades del Partido Comunista Chino“.
Estos comentarios referentes a China de Ratcliffe reflejan lo que se conoce dentro de la comunidad de inteligencia. William Evanina, director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, dijo en un comunicado en agosto que el gobierno de Estados Unidos está “principalmente preocupado por la actividad actual y potencial de China, Rusia e Irán” cuando se trata de interferencia electoral .
Evanina dijo que el PCCh había estado ampliando sus esfuerzos de influencia antes de las elecciones de noviembre con el fin de moldear el entorno político en Estados Unidos, presionando a las figuras políticas que considera opuestas a los intereses de China, desviar y contrarrestar las críticas a China.
Sidney Powell una abogada que ha presentado demandas relacionados a las elecciones en diferentes estado, dijo que se tiene evidencia más que suficiente para impulsar a Trump a usar su orden ejecutiva de 2018 sobre la interferencia extranjera.
“Dado el nivel de interferencia extranjera que podemos demostrar, y el país tiene evidencia en nuestras presentaciones de interferencia extranjera en las elecciones, es más que suficiente para activar la orden ejecutiva del presidente de 2018 que le da todo tipo de poder, para hacer todo, desde incautar activos, congelar cosas, exigir la incautación de las máquinas ”, dijo Powell.
Todo esto contrasta con lo dicho por las agencias electores que dijeron a principios de noviembre que las elecciones de este año habían Sido las más seguras de la historia de Estados Unidos y que no había evidencia de que ningún sistema de votación haya eliminado o perdido votos, haya cambiado votos o haya sido comprometido de alguna manera. Demasiado alejado de la verdad.