Tres asociaciones médicas profesionales han respaldado la propuesta de privar a los médicos que se pronuncien en contra de las novedosas inoculaciones contra el covid-19 para que no puedan ejercer la medicina.
El jueves 9 de septiembre, la Junta Americana de Pediatría, la Junta Americana de Medicina Familiar y la Junta Americana de Medicina Interna publicaron una declaración conjunta en la que apoyan la decisión del 29 de julio de la Federación de Juntas Médicas Estatales (FSMB) de que todas las juntas deberían revocar o suspender la licencia y la certificación de los médicos que cuestionen la seguridad de las vacunas experimentales COVID-19.
Parte su declaración explica abiertamente
“…queremos que todos los médicos certificados por nuestras juntas sepan que esa conducta poco ética o poco profesional puede hacer que sus respectivas juntas tomen medidas que podrían poner en riesgo su certificación”
Los médicos que generan y difunden información errónea o desinformación sobre la vacuna COVID-19 se arriesgan a recibir medidas disciplinarias por parte de las juntas médicas estatales, incluida la suspensión o revocación de su licencia médica”.
La Federación de Juntas Médicas Estatales (FSMB), una organización nacional que representa a todas las juntas médicas estadounidenses que otorgan licencias y disciplinan a los médicos, incluidas la ABFM, la ABIM y la ABP, dio a conocer su posición, ahora respaldada, en una declaración publicada el 29 de julio.
Los gremios de profesionales hicieron énfasis sobre el juicio sobre sus facultades en la declaración, agregando:
“Debido a sus conocimientos y formación especializados, los médicos colegiados poseen un alto grado de confianza pública y por lo tanto tienen una plataforma poderosa en la sociedad, lo reconozcan o no. También tienen la responsabilidad ética y profesional de practicar la medicina en el mejor interés de sus pacientes y deben compartir información que sea objetiva, con base científica y basada en el consenso para mejorar la salud pública”
La FSMB hace lujo de su papel para como gran conspirador alegando que las nuevas directivas disciplinarias son necesarias debido al “dramático aumento” de médicos que difunden “información errónea sobre la vacuna COVID-19”.
Por su lado, la declaración de los galenos apunta que la ciencia “impulsada por el consenso”, como se menciona en la declaración, está en desacuerdo con el método científico, fomenta el debate y las pruebas discrepantes como forma de descubrir la verdad científica objetiva.
La Junta Americana de Pediatría cuenta actualmente con 71.000 miembros certificados. La Junta Americana de Medicina Familiar tiene 97.000 miembros, y la Junta Americana de Medicina Interna tiene 289.000 miembros.
Como colaboradores de la declaración de la FSMB, han declarado a cientos de miles de médicos estadounidenses que corren el riesgo de que se les suspenda o revoque la licencia, se anule su certificación, si advierten a sus pacientes de los riesgos potenciales de recibir la inyección, o si presentan cualquier prueba que vaya en contra del supuesto “consenso”.
Las vacunas, que no finalizarán los ensayos clínicos hasta 2023, se han relacionado con un sinfín de afecciones, entre ellas, miocarditis y pericarditis, coágulos de sangre, síndrome de fuga capilar, ciclos menstruales irregulares en las mujeres, problemas de fertilidad, anafilaxia, afecciones autoinmunes, parálisis, cáncer y muerte.
Un hecho muy preocupante es la Junta Americana de Pediatría, cuyos médicos supervisan la salud de millones de niños, y ahora les han prohibido advertir a los padres de que estas inyecciones experimentales y científicamente innecesarias, pueden suponer un grave riesgo para la salud y seguridad de sus hijos.
Vladimir Zelenko, médico nominado al Premio Nobel de la Paz por su trabajo en el tratamiento del COVID-19 hizo un comentario sobre la situación
“Se ha ignorado el consentimiento informado y no se ha tenido en cuenta la necesidad médica. Por lo tanto, se sigue obligando a personas jóvenes y sanas que ya tienen anticuerpos a someterse a una intervención médica experimental que no necesitan”
¿Hasta qué punto seguirán imponiendo credibilidad las élites? Ahora apuntan en desacreditar años de carreras para miles de médicos, asediándoles para que se mantengan callados ante la verdad.
