La extinción podría estar frente a un eminente peligro de extinción, al menos esa es la audaz afirmación que hace una nueva empresa de biociencias y genética.
El lunes, el empresario Ben Lamm y el profesor de genética de la Facultad de Medicina de Harvard George Church anunciaron el lanzamiento de una empresa llamada Colossal. La empresa dice que desplegará una nueva tecnología para combatir “los efectos del cambio climático mediante la restauración de los ecosistemas”.
Según el comunicado de prensa de la empresa, planea utilizar “los avances revolucionarios de la ingeniería genética CRISPR, una nueva ola de conservación disruptiva y biología restaurativa que tiene como objetivo reintroducir los ecosistemas degradados para ayudar a combatir los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad“. CRISPR es una tecnología de edición de genes.
Se trata de la sexta empresa de Lamm, que recientemente ayudó a crear Hypergiant, dedicada a la inteligencia artificial, que trabajó con clientes como la NASA, Apple y Twitter, según un comunicado de la empresa.
Church es catedrático de genética en la Facultad de Medicina de Harvard y miembro del cuerpo docente del Instituto Wyss de Ingeniería Inspirada en la Biología de la Universidad de Harvard. Según el comunicado, ha contribuido a crear múltiples avances en la industria de la genómica, incluido CRISPR.
La empresa ha conseguido 15 millones de dólares de financiación inicial. Entre los inversores se encuentran la oficina familiar de los gemelos Winklevoss Capital y el gurú de la autoayuda Tony Robbins.

Si bien en teoría todo este asunto suena como buenas noticias, no podemos evitar cuestionarnos ¿cuál es el límite de lo moralmente ético, qué repercusiones podría traer a nuestro planeta y sobre todo hasta dónde planean llega con esta tecnología de modificación genética?