Durante décadas, la NASA nos ha contado fabulosas historias sobre el universo. Muchas de ellas han desarrollado teorías que afirman que esos “grandes descubrimientos” no son más que una mentira bien contada y bien respaldad.
Por supuesto, ¿quién somos nosotros para cuestionar lo que los grandes científicos aseguran? Pero, la verdad es que resulta difícil creer ciegamente en todo lo que nos cuentan si ya sabemos que nos han mentido durante años con tantas cosas que ha sido comprobado. ¿Por qué deberíamos creer lo que nos aseguran haber visto?
La NASA dice que el telescopio James Webb ha detectado incluso dióxido de carbono en un exoplaneta. Algo que, según la NASA, es un buen augurio para otras detecciones planetarias. ¿Ahora nos dirán que el telescopio permite detectar la composición de planetas que están incluso fuera del sistema solar?
La NASA compartió la noticia en su sitio web a principios de esta semana. James Webb detectó dióxido de carbono en el exoplaneta WASP 39-b. Este gigante gaseoso es aproximadamente un cuarto del tamaño de Júpiter y tiene un diámetro 1,3 veces mayor que el gigante gaseoso de nuestro sistema solar. WASP 39-b es un planeta en tránsito. Como observamos este tipo de planetas desde su borde, podemos sondear mejor sus atmósferas.
Cuando un planeta está en tránsito, esencialmente eclipsa la luz de las estrellas que están más allá de él. Esto provoca un oscurecimiento general de la estrella, y la luz se filtra a través de la atmósfera del planeta. Es esta luz filtrada la que James Webb puede observar. Y esta luz, en última instancia, es lo que lleva a la NASA a contarnos semejante historia.
La NASA dice que también es la primera vez que se detecta dióxido de carbono en un planeta fuera de nuestro sistema solar. Si la capacidad del telescopio es tal, ¿por qué nunca antes se había detectado CO2? Quieren asegurar que en todo el universo, este es el único planeta que ha permitido que se descubra su compsición
La detección de dióxido de carbono por parte de James Webb fue inesperada. Pero es una buena extensión de las otras misiones del telescopio espacial. Misiones que, con el tiempo, incluirán una mirada más cercana a los agujeros negros y otros objetos celestes que no hemos podido examinar de cerca en el pasado.
Este supuesto descubrimiento abre la puerta a “nuevas exploraciones” y “nuevas misiones” que se traducen en billones de dólares dedicados a proyectos que realmente no tenemos forma de saber si se pueden llevar a cabo. ¿Cuántas mentiras piensan contarnos?